¿POR QUÉ NO PIERDO PESO SI NO COMO TANTO?

mujer comiendo ensalada

Autor: Marcos Hernández – Entrenador Personal en Zaragoza

«¿Por qué no pierdo peso si como poco?» o «¿por qué no pierdo peso si no como tanto?». Esta pregunta la he oido mil veces en las consultas que hago a mis clientes, o en las revisiones que hacemos cada mes, muchos pueden dar fe de ello.

No hay una respuesta fácil a esta pregunta, pero hoy os voy a dar varias de las opciones que, a mi parecer, más se repiten entre las consultas de entrenamiento personal en Zaragoza y otras experiencias cercanas.

¿Estás realmente creando un déficit energético?

En primer lugar, como bien hemos dicho muchas veces, para perder peso necesitamos crear un balance energético negativo en nuestro cuerpo. Es decir, comer menos de lo que quemamos o,  como a mí me gusta más decirlo, movernos más y controlar la calidad de nuestros alimentos. Si quieres saber más sobre el balance energético, te dejo aquí un artículo en el que hablo específicamente de ellos. Artículo sobre el déficit calórico.

Personalmente, creo que muchas de las personas que me hacen esta pregunta realmente no comen «tanto» ni se alimentan a base de hamburguesas todo el día. El problema es que en la mayoría de casos su gasto energético es tan bajito, que no consiguen crear ese déficit energético para perder peso.

Esto se une a que, al ver una falta de resultados, se crea una frustración que muchas veces se traduce en frases como: «para qué me voy a esforzar si no sirve para nada», y ya de perdidos al río voy a comer todo lo que me apetezca.

Te voy a poner varios ejemplos de casos de personas para que veas con cuál te identificas más y puedas entender dónde está el problema:

Autor: Marcos Hernández – Entrenador Personal en Zaragoza

CASO NÚMERO 1: PERSONA QUE COME POCO Y SE MUEVE POCO

imagen de persona sedentaria trabajando en oficina

En este primer escenario tenemos a una persona que se levanta por la mañana, desayuna un café con alguna galleta y se va a trabajar 8 horas en trabajo de oficina. Vuelve a casa a comer o come en el trabajo y después hace algún recado o recoge a los niños del colegio, va a casa a descansar o hacer alguna tarea antes de cenar. Por último ve un rato la tele y se echa a dormir.

La mayoría del tiempo lo va a pasar sentado o conduciendo, excepto algunos pasos que pueda dar por la tarde. ¿Cuánto gasto de energía creéis que puede realizar esta persona?. Evidentemente, muy poquito.

Después esta persona viene a mi consulta y me cuenta que come muy poquito, que el fin de semana quizá se pase un poco más pero que no ve resultados.

Si te sientes identificado con esta historia, déjame decirte cómo cambiar esto:

Si nos movemos tan poco y dejamos toda la responsabilidad de la pérdida de peso en la alimentación, nos vamos a encontrar con que necesitamos hacer dietas muy bajas en calorías para poder perder peso, quizá al principio si nos sobran bastantes kilos lo iremos consiguiendo, pero a medida que tengas menos margen, te vas a acabar atascando, pues con la comida solo no será suficiente.

Es por esto que necesitas aumentar tu movimiento diario, no te hablo de convertirte en influencer fitness, te hablo de caminar más, moverte en bicicleta, bajarte unas paradas antes del tranvía e ir andando, sacar tiempo para jugar de forma activa con tus hijos, tener un tiempo de ejercicio por mínimo que sea, saltar a la comba por 10 minutos al día, utilizar las escaleras, pasar más tiempo de pie que sentado, etc.

Hay mil estrategias que podemos hacer para aumentar nuestro gasto calórico. Además, si conseguimos crear masa muscular con entrenamiento de fuerza, al ser un tejido vivo que consume más calorías , nuestro cuerpo consumirá más calorías en reposo y tendremos más margen para alimentarnos.

Autor: Marcos Hernández – Entrenador Personal en Zaragoza

CASO NÚMERO 2: PERSONA QUE INFRAVALORA LO QUE COME

mujer de talla grande sentada en interior

En este segundo caso tenemos a una persona que puede tener unos hábitos algo más activos, como darse algunos paseos o incluso hacer alguna clase dirigida y cree que, en general, come bien.

Cuando esta persona viene a mi consulta, me cuenta que come bien, variado, que trata de moverse pero que, aún así, no pierde ni un gramo.

Lo primero que yo hago es preguntarle qué hábitos tiene, y me cuenta que va al gimnasio un par de veces por semana, hace alguna clase dirigida y se da algunos paseos por la tarde.

En este caso concreto, hay dos posibilidades:

– La primera de ellas es que esté ingiriendo más calorías de las que piensa por desconocimiento. Este es el mejor de los casos, porque con algo de educación nutricional, consejos nutricionales básicos y algo de entrenamiento de fuerza, va a lograr resultados muy buenos.

– La segunda de ellas y la que más problemas va a tener es la persona que miente, no digo que sea con mala intención, pero se autoengaña, dice que no come algo que luego si come, que no bebe nada y luego si lo hace, etc.

Si te sientes identificado con el primer caso, no te preocupes, vas por buen camino:

Necesitas aprender conceptos como leer etiquetas nutricionales, saber distribuir mejor tus comidas o aprender que, por muy sano que sea el aguacate, no te puedes comer 2 cada día.

Si este es tu caso, te animo a que realices una consulta y pueda aclararte todas las dudas que tengas o que tomes un plan nutricional personalizado.

Si te has sentido identificado o identificada con el segundo caso, necesitas hacer un trabajo de carácter más psicológico:

En primer lugar, no beneficia a nadie que te engañes con lo que haces, el único perjudicado eres tú y nadie puede hacer el trabajo por ti, así que analiza cuáles son tus objetivos, qué te está impidiendo llegar a ellos y qué camino tienes que seguir para lograrlos. No es imposible, habrá rachas malas y el camino no es fácil pero merece mucho la pena.

También os animo a que podáis tener una consulta con un psicólogo profesional para que pueda daros herramientas y vencer a la mente en los momentos de debilidad, ansiedad o atracones.

Autor: Marcos Hernández – Entrenador Personal en Zaragoza

CASO NÚMERO 3: PERSONA CON DEMASIADA VIDA SOCIAL

grupo de amigos en el interior de un bar

Por último, en el artículo de hoy, os voy a poner el caso de aquella persona que, muchos días come bien, pero que no se pierde una cena, comida, fiesta, etc.

La mayoría de sus planes giran alrededor de la comida: ¿Quedamos a comer, quedamos a merendar, a desayunar?, ¿vamos a este restaurante nuevo que me han dicho que está genial?, ¿echamos unas cervezas el viernes?, ¿salimos un rato el sábado y nos tomamos unas copas?. Seguro que todos tenéis a algún amigo en mente, o quizá te sientes identificado.

El problema de estas personas es que, al comer tanto fuera de casa, va a ser muy complicado que consigan tener un balance energético negativo, especialmente si no hacen mucho ejercicio. En los restaurante lo que prima es el sabor, no se cocina pensando en lo sano que pueda ser. Además, solemos cometer muchos más excesos cuando comemos fuera: pedimos de más, raciones en exceso para compartir, se acompañan las comidas con vinos, cervezas, refrescos y no puede faltar un buen postre al final.

Esto no es un problema cuando se da de manera aislada, pero si esta es tu rutina, por mucho que comas poco el resto de días, va a ser muy complicado que bajes de peso.

Si quieres que tu estilo de vida sea así, necesitas hacer mucho ejercicio para poder quemar tantas calorías y mantenerte sano.

Si no estás dispuesto a hacer esto, tal vez tengas que empezar a cambiar un poco tus planes y que suenen más a: ¿Os apetece hacer una excursión a la montaña el sábado?, ¿quedamos para dar un paseo con los perros?, ¿vamos a jugar al laser con los niños?, ¿te apetece bajar a echar unas canastas?.

Si tus amigos solo saben divertirse comiendo y bebiendo, quizá necesiten probar planes más activos o incluso cambiar de compañías.

¿Qué quiero decir con esto?, el ocio no está reñido con el ejercicio y no deberíamos asociarlo solo a la comida. No es fácil porque, al menos aquí en España, tendemos a relacionarnos alrededor de la mesa, pero cualquier cosa es posible si se tiene la motivación y las ganas suficientes.

Conclusiones

Os he puesto una serie de casos donde he resumido algunos de los casos más comunes en los que se da el fenómeno de la persona que «casi no come nada», pero luego no pierde peso.

Evidentemente hay muchos otros casos y quizá, si estás haciendo todo bien y no ves resultados, necesites hacerte una revisión médica porque algo no marche bien, pero me atrevería a decir que esto es menos del 1% de los casos.

Así que, analiza si estás en alguna de estas situaciones o cuál es la tuya propia. Busca qué errores puedes estar cometiendo y traza un plan para solucionarlo.

Si no sabes cómo hacerlo, la mejor inversión que puedes hacer es consultar con un profesional.

Si necesitas ayuda, estaré encantado de atenderte con las consultas que tengas. Puedes escribirme a info@marcostrainer.com o contactar con el formulario que encontrarás más abajo.

Además, puedes descargar mi Ebook de manera totalmente gratuita con un mes completo de entrenamiento y muchos consejos. Lo encontrarás a continuación.

AUTOR: Marcos Hernández

– Graduado en Ciencias de la Actividad física y del deporte y Entrenador Personal en Zaragoza

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